A UN PERIODISTA
Bonita profesión seguramente
sería, si no se viera el plumero
de tanto lameculos patriotero
pugnando por ganarse al dirigente.
La sombra del político rastrero
protege su discurso impunemente
mientras siga vomitando, pestilente,
el credo del que es fiel mensajero.
De vergüenza y de pudor carente,
ejerce de divino carcelero
a medias entre chulo prepotente
y profeta sombrío y agorero ...
Cuando la dignidad no está presente …
¿ qué más puede quedar en el tintero ?
Autor: HECTOR RAMIREZ
Se el primero en comentar este poema.